La conducción nocturna, en ciudad o carretera, esta restringida por la menor visibilidad que tenemos de otros vehículos, peatones y obstáculos en el camino. Lo que en el día puede ser un simple obstáculo, fácilmente esquivable o un motivo para reducir la velocidad, en la noche se puede convertir en verdadero percance al tener menor tiempo para anticipar “sorpresas” y por ende tendremos menos tiempo para reaccionar y salvar la situación. ¿Quién no ha oído hablar de accidentes, de carro o moto, donde el conductor se estrelló contra un montículo de tierra – u otro obstáculo parecido – dejado por obras con mala señalización? Diez a uno que el 90% de esos accidente fueron de noche. Esto solo como para poner un ejemplo.Hecha esta introducción podemos resumir la conducción nocturna en dos aspectos: Ver y ser vistos.
Ver
Cuando estamos circulando de día, aunque se fije la atención en lo que se tiene delante, el “rabillo del ojo” está siempre conectado y mal que bien vamos monitoreando lo que pasa en nuestros costados, aún sin que seamos concientes de ello. Esto cambia en la noche porque con la luz de nuestra máquina el área visible es muy concreta y sólo notamos los problemas cuando éstos se colocan en el haz de luz (tal vez demasiado tarde). Afortunadamente en ciudad este riesgo se ve disminuido por el alumbrado público, que en las vías principales es de buena calidad, lo que por otro lado nos puede llevar a una falsa sensación de seguridad que se puede volver en contra nuestra cuando estemos circulando por áreas no tan bien iluminadas, como calles secundarias y barrios o inclusive en puntos negros que se forman entre farola y farola del alumbrado público. Por esto lo más importante es cambiar el chip mental cuando manejamos de noche y aumentar los márgenes de seguridad para viajar con mayor comodidad y seguridad. Ten en cuenta que tu ruta de todos los días, que te conoces de memoria, se puede convertir en una trampa si ha sufrido alguna transformación por obras o lluvia abundante desde la última vez que pasaste por ahí, aún cuando hubiera sido en la mañana camino al trabajo.
El otro aspecto importante es nuestro faro delantero que es el que nos proporciona la iluminación necesaria para hacer segura la conducción. La primera recomendación es no quitarlo de nuestra moto porque lo único que estamos haciendo es correr riesgos innecesarios. La segunda recomendación es encender las luces en la noche. Si te parecen demasiado obvias esta recomendaciones mira a tu alrededor y te darás cuenta de la gran cantidad de motos que circulan con las luces apagadas y las que no tienen el faro por “estética”, lo cual no deja de ser temerariamente irresponsable o un gran acto de ignorancia. Sobra decir que el faro delantero lo debemos mantener en perfecto estado y no esta de más cargar un bombillo de repuesto. Si conduces una moto con batería de 6V debes tener el doble de cuidado porque la luz suele ser muy pobre y tu visión aún más limitada.
Por más que conozcamos nuestras rutas,
en la noche es mejor rodar con calma.
Otro gran problema de noche en la carretera, es que por la limitación de nuestro único faro delantero, muchas veces no sabemos si la curva a la que nos estamos acercando es a la derecha o a la izquierda, en este caso debemos reducir la velocidad mucho antes y comenzar la inclinación cuando estemos seguros hacia que lado es la curva. Un truco que se puede usar es elegir un carro e irnos detrás de él para que nos vaya “abriendo camino”. En este caso asegúrate de que la velocidad no sea alta y de conservar una distancia suficiente para tener tiempo de reaccionar en caso de que el vehículo que seguimos tenga algún problema. Por último en la noche estamos más expuestos al frío por lo cual debemos utilizar la indumentaria adecuada que nos permita circular con comodidad y no tiritando sobre nuestra moto.
El stop juega un papel importante a la hora de
ser vistos por los demás conductores, pero
no esta de más colocar algunos reflectivos en
la moto, en el casco y en la chaqueta.
Otro elemento que puede ayudar bastante son los elementos reflectivos que peguemos en nuestra moto o los chalecos reflectivos que pueden ser una contribución importante en la tarea de ser vistos por los otros conductores.En conclusión, en condiciones de poca iluminación reduce la velocidad y aumenta los márgenes de seguridad para que puedas rodar con tranquilidad y haz todo lo posible para ser visto por los demás conductores. Como siempre esperamos que estos consejos te ayuden a conducir de manera más segura y a disfrutar más sobre tu motocicleta.
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